En Puerto Rico operan unos 150 acueductos “privados” rurales, denominados por la Agencia de Protección Ambiental Federal (USEPA) como acueductos “Non-PRASA”, y supervisados parcialmente por el Departamento de Salud. Estos sistemas utilizan agua proveniente de quebradas, riachuelos, manantiales, lluvia y pozos profundos, sirviendo a unos 130,000 habitantes en PR (existe incertidumbre respecto al número exacto de abonados en estos sistemas). El tratamiento de dichas aguas es generalmente parcial, lo que levanta interrogantes sobre sus efectos en la salud de los consumidores. Las aguas residuales de estos sistemas se descargan generalmente a pozos sépticos o al terreno. La AAA no tiene injerencia sobre estos acueductos privados, aunque mantiene un programa a largo plazo para su integración a su red de agua potable. La ubicación general de estos acueductos se ilustra en la figura siguiente. Datos adicionales sobre estos sistemas, incluyendo su ubicación precisa y el número de abonados que sirven, están disponibles en el Departamento de Salud de PR.