La escorrentía abundante en Puerto Rico y las pendientes empinadas de las cuencas, quebradas y ríos, se han combinado con la geología superficial para formar cientos de saltos y cascadas a través de la isla. Se define un salto como una caida de agua vertical desde un punto en el lecho fluvial a otro más bajo en el cauce (que puede ser natural o artificial). Las cascadas o cataratas pueden formarse de un solo salto o de muchos saltos. Sin embargo, en Puerto Rico utilizamos ambos términos en forma equivalente, con cascadas de muchos saltos llamadas saltos, y saltos individuales llamados cascadas.
Se estima que existen cerca de 600 saltos y cascadas "principales" en Puerto Rico (caídas mayores de 10 pies). La mayor parte de los saltos y cascadas en Puerto Rico ocurren en la Provincia del Interior Montañoso, particularmente en los ríos que drenan los bosques lluviosos en la Cordillera Central. El Salto Vives, ubicado en la Hacienda Buena Vista al norte de Ponce, forma una de las cascadas más impresionantes y hermosas en dicha provincia, como se ilustra en la foto a la derecha. Las cascadas "La Coca" y "La Mina" en el Parque Nacional El Yunque en Luquillo son famosas mundialmente por su belleza y caudal abundante la mayor parte del tiempo, gracias a la lluvia copiosa sobre el bosque húmedo. En la zona alrededor de El Yunque y los bosques estatales El Verde y Carite en los municipios de Rio Grande, Canóvanas, Luquillo, Fajardo, Yabucoa, Las Piedras, Caguas y Cayey, abundan hermosas cascadas y saltos de cauces intermedios. Hacia el oeste, existe una gran concentración de cascadas y saltos en la zona que incluye los municipios de Ciales, Corozal, Morovis, Orocovis, Utuado, Adjuntas, Jayuya, Villalba, Lares, y Las Marías. También se han formado saltos en riachuelos y cañones profundos en la Región del Karso en la parte norte de la isla, así como en la zona de rocas calizas en la Provincia del Sur. Varios saltos de gran belleza aunque de caudales intermitentes ubican en zonas de rocas calizas en tributarios del Río Culebrinas cerca de la ciudad de San Sebastián. En la zona de Peñuelas en la Región Sur, remanentes de las calizas en ese sector son también susceptibles a solución relativamente rápida promoviendo el desarrollo de varios saltos. El salto de mayor caída vertical en Puerto Rico es posiblemente "El Salto del Angel", en el Rio Sanamuerto cerca de Orocovis, aunque el Salto Vives en la Hacienda Buena Vista al norte de Ponce cae unos 200 pies. También existen en la isla varios saltos formados por manantiales que emanan de los acuíferos en el borde de quebradas y ríos. El Rio Encantado al norte de Manatí emana en forma de una cascada al Río Grande de Manatí al norte de esa ciudad.
Las cascadas y saltos son generalmente el resultado de la erosión por el agua al caer o discurrir sobre materiales más blandos o solubles. El diagrama dinámico a la derecha ilustra el proceso progresivo que ocasiona la formación de una cascada típica como la mayor parte de las que existen en Puerto Rico. El impacto del agua y la erosión causada en el punto de caída por los sedimentos, arena y grava que esta acarrea, crean un "charco" o "poceta" en dicho punto. En todos los saltos y cascadas este proceso resulta en la formación de charcos de profundidad variada. El proceso de erosión es continuo, y aunque no lo podemos detectar en nuestra escala del tiempo, las cascadas que ahora observamos habrán cambiado significativamente a través de los milenios futuros resultante de la erosión aguas abajo del salto.