Los ríos y quebradas en Puerto Rico experimentan crecientes frecuentes, a menudo de gran magnitud debido a las copiosas lluvias que ocurren periódicamente. Lluvias torrenciales de hasta 30 pulgadas en 24 horas se registran periódicamente en las cuencas de la Isla, causando inundaciones severas en los valles interiores y costaneros. Estas lluvias inducen flujos máximos instantáneos (pico) de gran magnitud, los que se determinan en las estaciones del USGS mediante instrumentos automáticos que miden la elevación del pico relativo al nivel de un punto de control.
La magnitud y frecuencia del flujo en un punto de un río o quebrada durante una inundación se definen de datos históricos en las estaciones de medir escorrentía operadas por el USGS. En lugares donde no existen estaciones del USGS, los picos de las crecientes se determinan mediante estudios hidrológicos-hidráulicos de campo (HH) que requieren grandes esfuerzos y análisis con modelos matemáticos. Utilizando los datos históricos disponibles del USGS, o de los HH, un análisis estadístico simple permite determinar la probabilidad de que el evento pueda repetirse. Esta probabilidad, definida mediante un intervalo de recurrencia, se expresa en términos de %, o en años. Como norma, los estudios e informes del USGS y de FEMA expresan estas probabilidades en años, reflejando la magnitud de las inundaciones correspondientes a intervalos de 2, 10, 25, 50 y 100 años. El USGS publicó en el 1999 un informe que incluye una serie de ecuaciones matemáticas que permiten estimar la magnitud de los picos de escorrentía para las frecuencias indicadas tomando en consideración el área de la cuenca y la frecuencia deseada (Ramos-Ginés, 1999). Gráficas obtenidas con las ecuaciones para las frecuencias indicadas se resumen en la siguiente figura generada de los datos en dicho informe.